Creo que uno de los aprendizajes que más me costó hacer y aún no domino, es entender que las cosas llevan y necesitan tiempo.
Tiendo a querer que todo suceda ya, a no valorar ni festejar mis logros porque ya estoy pensando en la siguiente meta a alcanzar, me frustro porque creo que las cosas no salen porque hice algo mal, cuando en realidad no salen, porque aún se están cocinando. Siempre me ha costado entender que para llegar a ser muy buena en algo, se requiere constancia, perseverancia, pasión, paciencia y TIEMPO. Y ni hablar de entender que si me reconozco mala para algo, el mundo seguirá girando y mi corazón, latiendo!!
Extremista como soy, en mi intento por aprender que algunas cosas exceden mi control y debo dejarlas fluir, me encontré esperando, justificando, y argumentando la demora de algunas cosas que no se merecían ni un minuto de mi tiempo.
Hoy busco el equilibrio.
Creo que algunas cosas merecen dedicación y esfuerzo y que otras, ameritan un cambio de plan inmediato. Diferenciarlas creo que es algo que fui aprendiendo a golpes y agudizando mi intuición. Más a golpes, por supuesto.
Creo que a los sueños hay que darles tiempo, que a la vocación se la riega a diario, que algunos vínculos avanzan despacito pero llegan lejos como las tortugas y que otros, por ir rápido, se rompen frente al primer obstáculo.
Ojalá la vida me ponga en el camino experiencias, personas, trabajos, desafíos, maestros y situaciones que me enseñen a ser mejor persona, que templen mi caracter, que me ayuden a "creer en el valor del trabajo y el esfuerzo" (palabras de mi viejo) y que me recuerden principalmente, que de nada sirve perseguir zanahorias que no quieren ser encontradas y mucho menos, si el camino que corremos tras ellas, está lleno de dolor. Sólo vale la pena esforzarse por aquello que nos hace bien día a día.
Read more...